Sin interrupción … de manera continua … así es el cambio. Lo único permanente como planteaba Heráclito. La impermanencia desde un mundo occidental donde todo parece indestructible. Una narración que va más allá de lo temporal aunque intente parecer lineal, pero dentro de su linealidad alude a lo circular, a los ciclos de la vida, a esa desnudez de sus hojas y a esa vestimenta de sus ramas, a esas hojas secas y a esas hojas que empiezan a crecer, a las que se caen y a las que se adhieren, en definitiva, a la transformación y a la metamorfosis.